Tu marca personal es simplemente tu reputación. Después de buscar varias definiciones me quedo con la de Jeff Bezos, CEO de Amazon: “Tu marca personal es lo que dicen de ti los demás cuando no estás delante”.
Mi propia definición de marca personal se basa en lo siguiente: quién eres, qué haces, cómo lo haces y para quién lo haces. A primera vista parece algo sencillo e intuitivo, pero en realidad si uno se para a pensarlo, trabajar en tu marca personal es algo que requiere mucho tiempo, trabajo, esfuerzo y constancia.
Lo que debéis tener en cuenta es que tenéis una marca personal, lo queráis o no, ya seáis conscientes de ello o no, así que por lo menos procurad que sea la marca personal que queréis tener y con la que os identificáis. Ante esta afirmación la gente se extraña, pero es así. La forma en la que, habláis, os vestís, os relacionáis, etc…son todos componentes de vuestra marca personal y la configuran. De manera que, sin hacer nada, ya tenéis una reputación, la gente tiene una idea de vosotros. Por lo tanto es muy importante que la reputación que tenéis sea la que queréis tener, pues a menudo puede darse una imagen a los demás que no se corresponde con lo que nosotros pensamos y creemos de nosotros mismos y debemos ser conscientes de ello.
Os pongo un ejemplo. Hace unos meses tuve un cliente con el que trabajé en este tema. Cuando lo pregunté cual era su marca personal me dijo lo siguiente: “soy una persona tranquila, team player, me llevo bien con todo el mundo, soy cercano, etc…” Pues bien, al poco tiempo fui a su oficina para nuestra sesión de coaching mensual, y cuando estaba esperando fuera a que terminase una reunión con su equipo, podía oírle gritar y veía a través del cristal cómo estaba enfurecido, haciendo grandes aspavientos, y sin dejar hablar a nadie a su alrededor. Creo que este ejemplo ilustra perfectamente que, para que tu marca personal sea creíble y consistente, es importante primero auto-conocerse y segundo que día a día cuides esa marca y actúes de acuerdo con la marca que quieres tener. Si no, habrá una brecha entre cómo quieres que te perciban y cómo te perciben en realidad, y perderás tu credibilidad ante los demás.
Para crear una marca personal necesitamos contenido, necesitamos poder ofrecer algo a nuestra audiencia que aporte valor y sobre todo que nos diferencie de los demás. Si pensáis, por ejemplo, en las marcas de ropa, muchas de ellas hablan por sí solas. No tienes que ser un experto en moda para saber que un pantalón de Versace es muy diferente que uno de Burberry. Desgraciadamente con las personas es bastante más complicado. ¿Cómo diferenciamos a una psicóloga de otra así a primera vista? ¿O a un contable de otro contable? La repuesta se basa en nuestra marca personal, es decir buscando aquellos aspectos que nos hacen únicos, diferentes. A esto se le llama el USP (unique sell proposition) o, lo que es lo mismo, nuestra propuesta de valor. Quizá este sea el aspecto más importante al empezar a trabajar en nuestra marca personal, pensar en nuestro USP.
Aparte de tu USP hay otros aspectos que tienes que tener en cuenta a la hora de elaborar tu marca personal. En primer lugar tienes que saber cuál es tu propósito o finalidad, qué quieres de tu carrera profesional o de tu vida personal, dependiendo de en qué nivel te muevas. ¿Cuál es tu why? ¿Dónde te ves en el futuro? ¿Qué te apasiona? Lo segundo sería tu cómo, es decir cómo lo haces. Aquí tienes que tener en cuenta las fortalezas, competencias y habilidades que te definen. Un paréntesis respecto a las fortalezas. Saber cuáles son tus fortalezas es básico, y no solo para tu marca personal, sino también para tu vida personal y profesional. Recuerda que las fortalezas son aquellas aptitudes y actitudes positivas, que utilizas con frecuencia y sobre todo que te dan energía. Hay muchos estudios que demuestran que cuando utilizas tus fortalezas, tu desempeño aumenta por un 30%. Por lo tanto, que las fortalezas sean parte de tu marca personal te ayuda a destacar y ser bueno en lo tuyo. El tercer componente de tu marca personal es tu público: conocer bien quién es, cómo motivarlo, qué quiere, qué necesita, cómo lo puedes ayudar, y qué le puedes ofrecer.
Otros componentes igual de importantes son los valores y la autenticidad. Detrás de tu marca personal tiene que haber una persona coherente y humana. Una persona que siente y padece. Hagas lo que hagas siempre házlo en línea con tus valores, con lo que es importante para ti. Y, más importante aún, siempre siendo tú mismo/a. Intentar ponerte una careta y ser otra persona te hará perder credibilidad.
Estamos frente a lo que los expertos llaman la cuarta revolución industrial que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Por lo tanto cuando pensemos en nuestra marca personal tenemos que tener en cuenta cómo nos podemos posicionar y qué valor podemos añadir en este futuro cambiante y diferente. Se trata de pensar en el futuro teniendo en cuenta lo que has aprendido en el pasado.